Este sistema persigue precisamente ese objetivo, el vidrio se suspende, se edifica a sí mismo creando una sensación de ambigüedad espacial. El sistema de fijación sólo pretende resaltar la presencia del vidrio, con un carácter evanescente. Desde el interior, donde hay menos luz, y por lo tanto más, transparencia, dominará la presencia de la estructura portante. Por el contrario, desde el exterior, predominará la reflexión y la presencia del vidrio se hace patente a través de este fenómeno, de su capacidad de reflexión.
Utiliza elementos en formas de araña y anclajes entre vidrio para construir estructuras con pared de vidrio, prácticamente sin limitaciones de diseño siendo el único limitante su imaginación.